Solamente los grandes hombres, transforman los grandes sueños en la misión de su vida. – José de San Martín
Hace unas semanas empece la serie de posts de los 7 hábitos de la gente altamente efectiva de Stephen Covey. Después del primer hábito: Ser proactivo, voy a continuar con la serie abordando el segundo hábito: Comenzar con un fin en mente.
¿Seriamos capaces de llegar a un sitio que no sabemos cual es? Imposible.
Podremos llegar a un sitio del que desconocemos el camino, pero debemos saber al menos donde está ese lugar, para encontrar el camino.
Alguna vez, me he visto decidiendo con amigos, donde ir a cenar. Mientras caminas para encontrar el lugar, los pasos son pausados, lentos y titubeantes. Esto es normal, ya que el destino no está definido. Sin embargo al decidir el lugar, el paso se acelera y no hay vacilación en el mismo. Tu mente dibuja mentalmente el recorrido y a continuación empieza a recorrerlo.
Todas las cosas se crean dos veces. Inicialmente las creamos con la mente y luego les damos forma físicamente.
Si lo puedes soñar, lo puedes hacer – Walt Disney
El problema está en que la primera creación, la mental, no siempre se crea de forma consciente. Es aquí donde se entrelazan el primer hábito y el segundo.
Debemos ser proactivos a la hora de realizar esa primera creación para no quedar a expensas de las circunstancias (fuera de nuestro círculo de influencia).
Dicho de otro modo, el primer hábito te dice “Tú eres el creador”, y el segundo es la primera creación.
Peter Drucker y Warren Bennis decían: “Administrar es hacer las cosas bien, y liderar es hacer las cosas correctas”. La administración busca la eficiencia en el ascenso de la escalera del éxito (como hacerlo mejor). Sin embargo el liderazgo determina si la escalera está o no, apoyada en el lugar correcto (que es lo que tengo que hacer). Es bastante común querer administrar eficientemente nuestras metas y objetivos, sin haber siquiera definido nuestros valores.
Toda organización tiene una misión que le impulsa cada día en la búsqueda de sus objetivos. Podemos entonces aplicarlo personalmente también, para definir nuestra misión personal.
Esta misión se centra en lo que uno quiere ser (carácter) y hacer (aportaciones y logros) y se apoya en los valores que dan sentido a este ser y hacer.
La clave de la capacidad para cambiar, es una idea constante de lo que uno es, de lo que persigue y de lo que valora. – Stephen Covey
Para definir nuestra misión personal, debemos empezar en el centro de nuestro círculo de influencia. Allí donde nos enfocamos más (familia, pareja, trabajo, dinero, amigos, placer, etc.). Es muy importante para ser proactivos tener bien identificado todo aquello que nos mueve y que valoramos por encima del resto, ya que normalmente determina la forma en que ves la vida y como quieres vivirla.
Toda persona tiene su propia misión o vocación específica en la vida. En ellas no puede ser reemplazada, ni su vida puede repetirse. De modo que la tarea de cada uno es tan única como su oportunidad específica para llevarla a cabo. – Viktor Frankl
Una vez definida tu misión, define un plan específico y pon a trabajar todas tus capacidades para alcanzar tu objetivo. Hace ya bastantes meses escribí acerca de planificar metas y objetivos.
Además a través de técnicas de visualización, podremos fortalecer nuestro foco y ponerle “color, música y todo tipo de detalles” a aquello que pretendes alcanzar antes incluso de haberlo logrado.
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Objetivos marcados. Rumbo en marcha.
Gran post walter.
Muy bueno crack.
Básicamente la diferencia entre vivir una vida plena, con propósito; o pasar por la vida sin conciencia propia. Como todo, una elección, con uso de la libertad personal. Gracias por reafirmarme con tus consejos.
Pues suena muy lógico lo que se comenta. Definir tu posicionamiento global en el Mundo, es clave si se quiere seguir con proyectos de futuro desde el presente. Ya en el 2050 podremos hacer las cosas con la mente pero, por la gracia y sin lamentos, en el mundo que se vive hay que ser muy “proactivo” para que se fragüen los sueños sin caerse del tren. Gracias por el enfoque aclarador que nos aportas Walter.
Me gustó mucho Walter. Hace años que leí este libro y debería ser de cabecera. Asi que gracias por recordarnos estos hábitos que son indispensables para cualquier proyecto y si es de la vida, más. Y también me gustó que citaras a Don José de San Martín. Aquí poca gente sabrá quien es. Y que en su día, después de libertar América, tuvo la humildad y la generosidad de soltar el poder y dejarlo en manos de un tal Simón Bolivar…historia, pero más de uno debería seguir su ejemplo. Un abrazo.