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Nan-in, maestro japonés que vivió en la era Meijí, recibió a un profesor universitario que había acudido a informarse sobre el Zen.

Nan-in sirvió el té. Llenó la taza de su visitante, y siguió vertiendo el té.

El profesor se quedó mirando el líquido derramarse, hasta que no pudo contenerse:

- Está colmada. ¡Ya no cabe más!

-Como esta taza – dijo Nan-in-, está usted lleno de sus propias opiniones y especulaciones. ¿No puedo mostrarle el Zen a menos que vacíe su taza antes?

Esta breve historia refleja una de las mayores barreras de superación y desarrollo personal en la humanidad. Normalmente atendemos a las cosas desde unas ideas preconcebidas, que nos impiden ver multitud de matices u otras posibilidades. Esto es de suma importancia, porque nos limita nuestro conocimiento y por tanto nuestra evolución.  Pero hay algo muchísimo más relevante en ello que es la importancia del contexto.

zenLa mente de principiante no es aceptar todo lo que te llega, sino desarrollar una actitud de valorar y conocer, para hacer un juicio descontaminado que te permita ir más allá. Además es una forma de ver a través de multitud de matices, que pocas cosas son absolutas, y entender mejor el mundo en el que vives.

Sólo sé que no sé nada. – Sócrates

Es importante señalar que esta mentalidad va asociada a las personas de mayor conocimiento. Cuanto más saben, más conocen lo mucho que ignoran.

La mente de principiante proporciona contexto. Por ello voy a aprovechar y explicar la importancia del contexto frente al contenido.

Cuando estudiamos en la escuela o en la Universidad, se nos da contenido. Este contenido que da la educación formal, pretende proporcionar el conocimiento necesario para desempeñar la que a priori será tu profesión en la vida.

Por contra, fuera de la educación formal (escuela, universidad, etc.) tenemos a nuestra disposición una educación no reglada (cursos, talleres, seminarios, charlas, etc.) tanto o más importantes que nos permiten ampliar nuestro contexto.

Seguramente alguna vez escuchaste a alguien entusiasmado tras formarse en un taller, que no supo explicarte de que trataba exactamente. O quizás has sido tú en primera persona, quien no supo explicarlo. La razón está en que ampliaste tu contexto más que el contenido y por ello cuesta explicar específicamente lo aprendido.

Una persona que desea que su contexto permanezca igual, buscando únicamente ampliar el contenido, no comprende a aquel que es feliz ampliando su realidad, y suelen disgustarse si el contenido interfiere con el contexto.

A través de la mente de principiante podrás ampliar tu contexto a la vez que tu contenido y de esta forma acercarte a la mejor versión de ti mismo.

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