Ha pasado ya un mes desde que comencé esta experiencia. Actualmente puedo decir que está siendo un enorme aprendizaje en cuanto a nutrición deportiva y autoconocimiento y empiezo a sacar mis primeras conclusiones con bastante objetividad.

Hoy para celebrar este primer mes he ido de comida familiar al restaurante donde tuve la comida familiar de reyes hace justo un mes. Se trata del Restaurante Genui, y aunque no es un restaurante vegano si que me brindan bastantes posibilidades para seguir con mi desafío. Comí una ensalada y una fideuá ligera de verduras al estilo oriental con bolitas de falafel. Estaba espectacular.

Durante estas dos últimas semanas mi ritmo laboral me ha llevado bastante al límite y he podido comprobar la dificultad añadida que supone prepararme siempre, tanto el desayuno, la comida y la cena, además de ir a comprar cada vez que necesito. Además me costó más que de costumbre encontrar el hueco para mis entrenamientos. Esto, si bien me ha quitado muchísimo tiempo en unas semanas en las que mi tiempo escaseaba especialmente, también me ha servido para mejorar mi planificación y aprender a cocinar de forma más práctica. En todo este proceso, esta siendo capital, la ayuda de mi amiga y mentora en esto de la alimentación saludable, Emanuela Gornati. Me siento un privilegiado por ello y se lo agradezco enormemente.

Como comenté en mi anterior post 18 primeros días, durante las primeras semanas he notado como mi nivel de conciencia mientras comía era superior, sin embargo tengo que decir que estas dos últimas semanas, he dado un paso atrás. Las prisas y andar de un lado para otro cada día, me ha impedido comer de forma más sosegada, algo muy importante para una correcta nutrición. También he tenido menos descanso del que acostumbro, acostándome más tarde y no pudiendo cumplir con mis rutinas matutinas que tanto me benefician. Esto es meditación, mi diario personal y el ejercicio. Encajando siempre mis entrenamientos a horas diferentes. Yo habitualmente soy de entrenar a primera hora del día. Hacía tiempo que no sufría un tsunami tan devastador en dichas rutinas como el de estas dos semanas.

El martes pensaba que pagaría la falta de descanso. Sin embargo tuve un entrenamiento de cambios de ritmo con 8 cambios de 2 minutos a ritmos de 3:35 min/km y 1 minuto a 4:15 min/km, acompañado de magníficas sensaciones. Seguro que la alimentación está aportando su peso.

El miércoles tenía cita con la nutricionista, pudiendo comprobar como había bajado un 2% mi masa grasa sin perder apenas peso, por lo que es una fantástica noticia.

El viernes me hice una analítica y esta semana veré los resultados para tener más datos objetivos sobre mis progresos.

El sábado y domingo volví a la montaña con mis compañeros de Green Power ST. Aunque acabé pagando la falta de descanso, pude disfrutar muchísimo y lo que es más importante sacar adelante tanto mi entrenamiento de series del sábado como el largo de 21K del domingo con una ruta espectacular.

Foto: Francisco Navarro

Estas dos semanas me han vuelto ha demostrar que los tres pilares fundamentales para estar en plenitud deben de estar perfectamente balanceados.

La alimentación la llevé como debía.

El ejercicio, los entrenamientos, los saqué pero no con el orden que me gustaría.

El descanso fue la pata que cojeó especialmente y al final acabe pagándolo.

No obstante, he de decir que sigo muy ilusionado y motivado con este Vegan Challenge. Que mi estado físico, mis sensaciones y digestiones son mejores y que para mi está siendo mucho más que un reto, disfrutando a pesar de las vicisitudes, cada momento del proceso.